El proyecto nace de la voluntad de reinterpretar la masía tradicional de l’Empordà, y de rendir homenaje a los materiales de la zona, tales como piedra, teja árabe, cañizo, madera y revestimientos continuos. Este punto de partida se combina con líneas modernas y espacios amplios, generando así un diálogo entre lo contemporáneo y lo clásico, y dando respuesta a las diversas preexistencias del entorno.

El volumen principal de la vivienda, revestido de piedra de la zona, se “divide” por la mitad para generar un gran eje central, que articula y modula toda la vivienda. Este espacio aporta luz y ventilación a las estancias, y además acoge el acceso central a la vivienda, distinguiendo así claramente la zona de día, de los dormitorios. Los dos volúmenes auxiliares se articulan alrededor de esta pieza central, dispuestos de forma que potencian los recorridos exteriores y los patios intermedios, antes de llegar al jardín principal.

En el interior de la vivienda se unifican los tonos, generando una carcasa minimalista, donde toman protagonismo las texturas. El entrevigado de cañizo habla con el encofrado del hormigón de la losa, que sirve de forjado de la primera planta. Como único contraste a esta atmosfera neutra aparecen los listones de madera de roble natural envejecida. Estos listones se utilizan en cocina, puertas y armarios, aportando un hilo conductor al global de la vivienda, y generando identidad y esencia.